¿Aún estás preguntándote por qué ese precioso color plata que lleva tu amiga te sienta fatal? Para nuestra desgracia, no todos los esmaltes de uñas nos sirven a todas. Para averiguar cuál es el tono más adecuado para ti, tienes que fijarte en tu piel.
Analizar el tono de tu piel es básico para poder saber qué gama cromática es la que podemos emplear para embellecer nuestras uñas y cuales deberías olvidar, por muy atractivas que te parezcan. ¿Cómo lo hacemos? Muy fácil: coloca tus manos bajo luz natural, o lo más cerca posible de ella, e identifica sus matices. Si son rosados, azules o rojos, tienes una piel pálida; sin embargo, si esos matices se acercan más a tonos cetrinos o dorados, tu cutis es bronceado u oscuro. Los maquilladores recomiendan fijarse en esos matices antes que en la tonalidad propiamente dicha de la piel. Por poner un ejemplo, el rojo queda bien a todo el mundo pero, dependiendo de cómo sea tu piel, tus uñas se verán mejor con un tono cercano al granate o con un rojo más intenso.
Ya tenemos claro nuestro tono de piel, ahora, ¿ cuál es el color que debo elegir? Estos son nuestros consejos:
1. Piel pálida
Si tu piel es del primer tipo, pálida, los tonos mates son los que más te favorecerán. Si quieres aportar un toque de brillo puedes usar los platas como color de uñas.
2. Pieles ligeramente bronceadas
Tienes una piel dorada, pero con un efecto muy poco acusado: puedes utilizar colores fríos, ya sean mates o brillo. Los tonos pastel también son para ti.
3. Piel bronceada
La piel muy bronceada es una de las más delicadas, no todos los tonos le sientan bien. Sin embargo, son las que toleran mejor los tonos con más brillo y los más oscuros: marrones, burdeos e incluso dorados son tus colores. Pruébalos tanto en mate como en brillo, pero deja a un lado los tonos pastel, no son los mejores aliados para estos tonos de piel.
4. Piel muy oscura
Las mujeres de color, o con un bronceado muy intenso deben guiarse por tonalidades muy intensas. Podéis jugar con tonos flúor, rosas, verdes botella, e incluso negros (con brillo).
Siguiendo estos consejos, conseguiréis llevar unas uñas perfectas en cada momento!
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